Jèssica era una hija ideal, a criterio de todos. Pero a los 18 años su personalidad explotò en confusiòn y tristeza. "¿Como puede Dios amarme realmente?", se preguntaba. Habìa hecho un esfuerzo tan grande por ser buena; se estaba cansando con la presiòn. Sin importar lo buena que fuera, ¡se preguntaba si era lo suficientemente buena!.
Sheryl le dijo a su padre: - ¿Sabes? vivir con tigo es como una competencia de salto en alto. Cuando lo logro, eres el hincha màs entusiasta del mundo -"Lo lograste, es grandioso" - Exclamas. Entonces dices -"ahora vamos a subir una pulgada màs arriba"- Es como si la vida con tigo siempre estuviera una pulgada màs arriba de lo que puedo alcanzar-
Estas dos historias deben impresionarnos con el hecho de que el amor o la aceptaciòn incondicionales no es algo voluntario necesariamente. El controlar, no es siempre un acto consciente. Básicamente esta en el punto de vista del receptor. Usted puede pensar que está brindando amor incondicional, pero si los demás se sienten controlados por su mirada, su enojo, su crìtica, su restricción o su decepción... ¡Usted debe cambiar! O verá las terribles consecuencias de las tazas de amor vacías... | 
